PLESOSAURIO ENCONTRADO EN EL MAR DE JAPON



Los miembros de la tripulación inicialmente pensaron que se trataba de una ballena en descomposición o incluso una tortuga gigante a la que se le

había desprendido el caparazón, pero al no tener seguridad de la naturaleza del animal decidieron trasladarlo. Sin embargo el fuerte olor que producía su putrefacción y el hecho de que transportar ese animal les haría perder su preciada carga (por razones de salubridad) les impulsó a simplemente tomar fotografías de su hallazgo y precipitar el cadáver al mar










Sin embargo como el correoso cadáver fue izado sobre el navío dejo importantes restos que pudieron ser estudiados por el doctor Yano de 39 años de edad un oceanólogo que tomó muestras de tejido conocedor de que el estudio podría revelar la verdadera naturaleza del ser que habían encontrado.

Según el diario de abordo el cadáver encontrado tenía un cabeza de aproximadamente 45 cm. en la que faltaba la mandíbula inferior, con un cuello de 1,5 metros se podía observar como parte de los órganos internos estaban parcialmente devorados por pequeños peces o gusanos. Se estimo que llevaría muerto cerca de un mes.





No hay comentarios:

Publicar un comentario